Estamos viviendo en nuestras vidas cotidianas y a nivel mundial unas situaciones inimaginables hace poco.
Cuando sucedía en China, nos parecía que era allí lejos, por ser menos cuidadosos...
Nos ha hecho cambiar de la noche a la mañana nuestra vida. Tenemos que evitar contagiarnos evitando contactos con los demás y con muchas medidas como la del lavado de manos,...
Estamos sólos en casa, si nuestro trabajo no es imprescindible para todos, se deja. Los sanitarios y comercios de alimentación y la distribución están a tope. Gracias a todos: sanitarios, comercios, educadores a través de la red, fuerzas del orden, logística de alimentación y productos necesarios... y a cada ciudadano responsable de su salud la de los demás...
Cada uno hemos tenido que hacernos a la idea, adaptarnos a la nueva realidad. Padres que tienen todo el tiempo para sus hijos. ¿No tendremos que recuperar tanto tiempo no compartido con nuestros hijos?
La sociedad al completo por medio del gobierno tiene que responder para que nadie quede sin la atención necesaria: si el 80% de la actividad económica está parada, ¿ cómo ayudar a que todo el mundo pueda seguir viviendo con dignidad ahora?
Pero después de la crisis tendremos que seguir sin dejar a nadie excluido, pues la economía es para el hombre, no para las grandes multinacionales que imponen a los gobiernos la prioridad de enriquecerse unos pocos sin llegar a repartir para el bien común. ¡Que, por favor,nadie quede excluido!
Comenzaré a escribir alguna reflexión que me provoca la situación que vivimos tan nueva, que tiene que ayudarnos a cambiar el mundo. PORQUE SÍ ES POSIBLE OTRO MUNDO.
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